Estética actual en las Hermandades y Cofradías de Semana Santa

Fue Juan Manuel Rodríguez Ojeda (1853-1930), un bordador y diseñador español quien contribuyó con sus obras e innovaciones al cambio estético que se produjo en las hermandades de la Semana Santa de Sevilla en los primeros años del siglo XX, y que se extrapolaría hacía toda España, manteniéndose aún sus cánones.

Busto de J. M. Rodríguez Ojeda en Sevilla

Su obra puede dividirse en dos etapas

- La primera de corte tradicional que abarca desde 1879 a 1900. Donde el modelo romántico de sus palios y mantos fueron ejemplo a seguir, como los de la Virgen de las Lágrimas, de la Estrella, y de la Victoria, teniendo su culmen con el manto de malla de la Virgen de la Macarena en 1900.

Palio de la Virgen de las Lágrimas

Techo del palio de las Lágrimas

Palio de la Virgen de la Estrella

Techo del palio de la Estrella

Manto de la Virgen de la Victoria

Manto (de Malla) de la Virgen Macarena

La segunda, a partir de 1900, más innovadora, ligada al regionalismo y el costumbrismo. En esta etapa surgen los mantos macarenos de malla y tisú, el clasicismo del palio de la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, Hermandad del Gran Poder, o de la Virgen de la Presentación. También de gran importancia fueron los palios de La Macarena, de la Virgen de la Hiniesta Dolorosa o del Dulce Nombre, para culminar con el de la Virgen de la Amargura.

Palio de la Virgen Macarena

Techodel palio de la Macarena

Manto (de Tisú) de la Virgen Macarena

Manto del Mayor Dolor y Traspaso

Palio de la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso

Palio de la Virgen de la Presentación

Manto de la Presentacion

Manto de la Hiniesta

Palio de la Virgen de la Hiniesta

Manto del Dulce Nombre

Palio de la Virgen del Dulce Nombre

El palio para el paso de María Santísima de la Amargura de Sevilla supuso un cambio importante sobre el estilo hasta entonces imperante. 

Manto del Desconsuelo

Palio de la Virgen del Desconsuelo

Las novedosas formas del conjunto añadían también una serie de líneas curvas en las caídas de los faldones que provocaban una sensación visual nueva y rompían con el predominio de líneas rectas hasta entonces imperante.

Este palio fue vendido en 1926 a la Hermandad del Desconsuelo de Jerez de la Frontera, donde continua en la actualidad, y bordó uno nuevo para la Virgen de la Amargura.

Palio de la Virgen de la Amargura

Manto de la Amargura

Palio de la Amargura

Muchas de sus obras tuvieron por destino la Hermandad de La Esperanza Macarena de Sevilla, de la que fue hermano, además de ocupar varios cargos internos, como el manto de malla que se estrenó en 1900 y es conocido popularmente como "el camaronero", o el palio que se estrenó en la Semana Santa de 1908, bordado sobre terciopelo rojo y malla, el cual contribuyó con sus novedosas formas y bordados a la popularización de la nueva estética, creando un nuevo estilo de vestir a las dolorosas que fue muy imitado posteriormente.

Además de su faceta de bordador, fue también diseñador de obras de orfebrería, así como de la ropa de la Centuria Romana de la Macarena que acompaña a la imagen de la Nuestro Padre Jesús de la Sentencia en su procesión anual en la madrugada del Viernes Santo.

En 1915, en pleno periodo de madurez, realizó una de sus obras más logradas, formada por el conjunto del palio y el manto de la Virgen de la Presentación de la Hermandad de El Calvario, de Sevilla, enmarcado en la corriente historicista, como puede comprobarse observando entre otros detalles, la forma del palio que pertenece a los llamados de cajón.